Vía: canariasahora.es
Somos Nadie. Juan García Luján.
Pretenden corregir a Darwin. Sus señorías están escribiendo un nuevo libro titulado "La involución de las especies". El primer capítulo lo presentaron en el Parlamento canario el pasado 9 de septiembre. En plena resaca de las fiestas del Pino en uno de los parlamentos con mayor tiempo libre del Estado algunos diputados de Coalición Canaria decidieron trabajar ese día y presentaron fuera del orden del día la proposición de Ley del Catálogo Canario de Especies protegidas. Objetivo fundamental: “quedan derogados los decretos 151/2001 que creó el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias” y su reforma realizada en el decreto de 2005. La intención se describe “la ley otorga mayor rigor a las figuras de protección al mismo tiempo que evita excesos injustificados que hipotecan bienes jurídicos e intereses generales prioritarios”.
¿Qué son bienes jurídicos e intereses generales prioritarios? Pues el presunto consejero de Medio Ambiente, Domingo Berriel, lo describió en su balance de legislatura: “lo peor que nos ha pasado es que están paradas las obras de Granadilla”. Los tribunales impidieron que el gobierno incumpliera las leyes medioambientales. Y eso pone triste a un señor que cobra un salario tras haber jurado respetar las leyes (y en especial las del medioambiente). Por eso Paulino y Soria decidieron aplicar las lecciones que se dan en la Escuela Política de Berlusconi: si las leyes democráticas estropean tus intereses o los de tus patrocinadores, derógalas y haz otras nuevas.
El gobierno utiliza ahora una ley para suprimir unos decretos. Tiene su explicación: los decretos deben pasar por unos filtros que no tienen porqué sufrir las leyes. El decreto de 2001 (y el decreto de modificación del año 2005) contó con la participación y el asesoramiento de las universidades canarias, de los museos de ciencias naturales, de los jardines botánicos y diferentes órganos asesores del ejecutivo. Sin embargo un gobierno que promueve una ley de participación ciudadana ( y dos piedras) promueve un cambio en la legislación de protección de nuestro ecosistema sin consultar a la comunidad científica y usando sólo la razón de la aritmética parlamentaria.
El profesor de Ecología de la Universidad de La Laguna, José María Fernández Palacios ,considera que con la nueva ley que promueve CC se van a descatalogar más de 130 especies. Entre ellas los sebadales de Granadilla. El profesor Wilfredo Wilpret (Premio Cesar Manrique de Medioambiente otorgado por el Gobierno canario, premio de Medioambiente del Cabildo de Tenerife, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Leibniz de Hannover, fundador de la Academia Canaria de Ciencias Naturales) manifestó que el gobierno canario no ha tenido en cuenta la opinión de la comunidad científica para hacer esta ley que calificó de “brutal”. Supongo que coincidirán conmigo en que el currículum de Wilfredo Wilpret es más respetable y de fiar (para el asunto del que hablamos ) que la trayectoria de Barragán, Paulino Rivero, José Manuel Soria y Domingo Berriel, los autores y promotores de esta ley contra el Medioambiente.
Con esta ley los parlamentarios de CC y PP, que respaldan al gobierno más ultraliberal de la historia isleña, quieren decir: hasta aquí hemos llegado. No hay sebadales que paren el puerto de Granadilla, ni cigarrón palo palmero que frente los campos de golf en Tamanca, ni cetáceos que paren el proyecto portuario de Guía de Isora, ni sebas que impidan el puerto industrial de Agando…Que las campañas electorales están muy caras como para enfadar a nuestros patrocinadores por defender a unas plantitas que, como diría la concejala Ángeles Reverón (CC), te aruñan toa, o, como añadió la diputada Cristina Tavío(PP), hasta pueden (las algas) ser venenosas, María.
Cuando se apruebe definitivamente esta ley tendremos menos especies naturales protegidas. Lo curioso es que los culpables son unos animalitos humanos que se han autoprotegido legalmente con eso que llaman “inmunidad parlamentaria”, que les vale tanto para aprobar 3000 camas excepcionales a la moratoria como para disfrutar de protección cuando meten la pata y, sobre todo, cuando meten la mano, porque no serán llamados por juzgados de lo penal destinados a todos los mortales, sino por un Tribunal Superior formado por jueces que eligieron ellos mismos. El portavoz del PSOE, Santiago Pérez, propuso hace poco que se acabe con la inmunidad parlamentaria, pero todo se quedó en un grito en el desierto que no tuvo eco ni siquiera entre los escaños socialistas.
Canarias, con más de 4000 mil endemismos, posee una biodiversidad de las más ricas del mundo. Sin embargo, en un edificio de la calle Teowaldo Power de Santa Cruz de Tenerife, está instalada una fauna de 60 animalitos entre los que destacan 34. Debemos de estar atentos, porque esos 34 bichitos están haciendo más daño a nuestro ecosistema que todos los incendios forestales que hemos sufrido en los últimos 20 años. No es ninguna broma.