Vía: www.laopinion.es
Medio Ambiente mantiene que la nueva declaración de los sebadales no cambia nada
LA OPINIÓN | SANTA CRUZ DE TENERIFE
El Gobierno de Canarias salió ayer al paso de las informaciones acerca de la imposibilidad de construir el Puerto de Granadilla tras el decreto ministerial por el que se declaran los sebadales del sur de Tenerife como Zona Especial de Conservación, argumentando que "no supone ningún freno" para la citada infraestructura.
Al respecto, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial dependiente del Ejecutivo canario señala que la delimitación geográfica y la extensión del antiguo Lugar de Importancia Comunitaria "es exactamente la misma que tenía antes de la declaración como Zona de Especial", alegando que además, "también coincide, como no podía ser menos, con la delimitación establecida en el Decreto de la Comunidad Autónoma" aprobado por el Gobierno el pasado 29 de diciembre, y pendiente de publicación en el Boletín Oficial de Canarias, por el cual 177 lugares de importancia comunitaria, se convierten en zonas de especial conservación.
La Consejería alude a que la declaración de estas Zonas marinos conlleva "la elaboración de planes o instrumentos de gestión que deberán elaborarse en el menor tiempo posible, y en todo caso antes de doce meses, a contar desde la entrada en vigor de esta orden" y en que, por tanto, "se hace necesario aclarar que el Estado ha encargado ya los estudios previos para su realización".
El Gobierno de Canarias hace hincapié en que la citada declaración "no afecta a la construcción del Puerto de Granadilla, ya que está fuera de este ámbito". "Es más -añade-, la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental de este puerto, aprobada en su día, contiene todas las medidas compensatorias que se entendieron necesarias para mitigar posibles efectos adversos contra los sebadales.
El Gobierno de Canarias "suma a estas acciones de compensación la declaración de un Lugar de Importancia Comunitaria terrestre para proteger la Piña de Mar y dos nuevos Lugares marinos: sebadales de Güigüi, en Gran Canaria, y sebadales de Antequera, en Tenerife, con una extensión aproximada de 31,70 kilómetros cuadrados, mientras que el área de sebadales afectada directamente por la construcción del puerto es de sólo unos cuatro kilómetros cuadrados".
La Consejería de Medio Ambiente indica que todo esto es así "a pesar incluso de que estos sebadales estaban fuera del Lugar de Importancia Comunitaria y, por lo tanto, siguen fuera de la que ahora es Zona Especial de Conservación".
En definitiva, lo que viene a decir el Gobierno de Canarias es que dichos sebadales ya se hallaban lo suficientemente protegidos y que nada ha cambiado por la nueva declaración que le ha aplicado el Ministerio, con lo que no peligra la construcción de Granadilla.
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