Vía: www.laopinion.es
La actividad no se caracterizó por el debate, sino por la disciplina de partido
SOL RINCÓN BOROBIA | SANTA CRUZ DE TENERIFE
La actividad parlamentaria de 2009 no se caracterizó por el debate, sino por la disciplina de partido. Los plenos de la Cámara regional estuvieron ´cantados´ desde el inicio del año y las discusiones entre los grupos parlamentarios nunca tuvieron la intención de lograr puntos de encuentro.
Debates empobrecidos por posiciones radicalizadas en sus discursos, falta de comunicación entre la oposición y los grupos del Gobierno y un empecinamiento sin tregua en mantenerse en el poder o en conseguirlo a toda costa han sido las cantinelas que ambientaron la actividad parlamentaria de 2009.
Leyes tan relevantes como la Ley de Medidas Urgentes en Materia de Ordenación Territorial para la Dinamización Sectorial y la Ordenación del Turismo y la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2010 salieron adelante según la receta del Gobierno, sin llegar a un punto de encuentro con la oposición.
Otras dos importantes normas están en la línea de fuego: la relativa al Catálogo de Especies Protegidas y la modificación de la del Turismo de Canarias. Las polémicas surgidas a raíz de estas dos iniciativas sólo sirven para que los dos bandos de la Cámara echen de nuevo un pulso con tintes electoralistas, con el único fin de aplastar al contrincante político.
Pero además de no haber debates con objetivos claros de consenso, para lo que cada una de las dos partes debe renunciar a algo, los grupos, presos de un comportamiento harto recalcitrante, se han negado a desbloquear la renovación de la Audiencia de Cuentas, el Diputado del Común y el Consejo Consultivo.
Hay que recordar que en septiembre del año pasado, el entonces diputado socialista Juan Ramón Rodríguez-Drincourt denunció el "hastío creciente" que le producía el Parlamento canario. Aseguró que cada sesión de la Cámara en la que había participado hasta entonces le había "dejado un gran vacío intelectual y personal". Consecuente con sus ideas, renunció a su escaño.
Otros muchos diputados confiesan en los pasillos de la Cámara cosas similares, pero sin atreverse a dar el paso de Rodríguez-Drincourt. Con sueldos mensuales que superan los 3.000 euros, coches oficiales que les evitan tener que buscar aparcamiento, prerrogativas no accesibles para el resto de los ciudadanos, los parlamentarios se parapetan en esta institución democrática y muchos se contentan con seguir los dictados de su partido sin cuestionarse nada más.
Así, en 2009, los diputados aceptaron sin más las explicaciones del presidente del Gobierno, cuando se le exigió explicar la llamada que hizo al alcalde de Arona para ver si podía hacer algo por su sobrina en unas oposiciones públicas a la Policía municipal. Además de que a la oposición le costó días reaccionar como debería, al final, el grupo socialista consideró zanjado el asunto porque "Paulino Rivero no se siente orgulloso". Asunto olvidado.
Los litigios judiciales a los que se enfrenta el Gobierno de Canarias con indemnizaciones millonarias en perjuicio de las arcas públicas también llenaron sesiones plenarias en 2009. El caso más nombrado fue el de la explotación minera de las Montañetas de Tebeto, en Fuerteventura. Con una sentencia ya favorable a la empresa Canteras Cabo Verde por más de cien millones de euros, la oposición ha hecho lo posible por desprestigiar al equipo de Rivero. Pero, apoyado por los grupos del Gobierno, el dirigente nacionalista ha jugado sus cartas ante el Pleno y los medios de comunicación, lidiando con unos y con otros, y manteniendo hasta el último momento que no pagará la indemnización.