martes, 19 de enero de 2010

¿Los huevos de quién?

Vía: www.laopinion.es
AURELIO CRUZ RAMOS
En una entrevista realizada en el programa El Espejo Canario de 7.7 Radio, el director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible, Jorge Bonnet, manifestó que "para hacer una tortilla antes hay que partir huevos", en referencia a la actuación que se debería ejercer en el futurible Puerto de Granadilla y, en especial, en cuanto a la desaparición de las praderas marinas que conforman las fanerógamas (más conocidas como sebadales) que han forzado a que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) paralicen las obras de dicha infraestructura portuaria. Es curioso el planteamiento que realiza este biólogo, de amplia trayectoria profesional dentro del Cabildo de Tenerife, ya que si fuera por esta máxima no haría falta ningún tipo de protección especial del ecosistema porque siempre se puede presentar la posibilidad de cocinar una tortilla, en un momento determinado, y no siempre para saciar el hambre sino como mero deleite o antojo particular.

Este pronunciamiento del director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible, coincide con el intento del Gobierno de Canarias (Coalición Canaria y Partido Popular) de tramitar por vía de urgencias la proposición de ley del nuevo catalogo autonómico de especies amenazadas, según el cual se rebajará la protección al 50% de las especies en peligro del Archipiélago: elimina 226 especies protegidas, rebaja la cobertura a otras 131 y ampara a 94. El Ejecutivo canario trató de habilitar el mes de enero –periodo inhábil en el Parlamento– para adelantar el pleno de aprobación de la norma, pero no logró la mayoría suficiente para ello. Al mismo tiempo, desde el 1 de enero, una orden del Ministerio de Medio Ambiente otorga a los sebadales la categoría de Zona Especial de Conservación, junto a otros 26 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) en las costas canarias. La orden es consecuencia de la Ley 42/2007 sobre el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que a su vez desarrolla una normativa comunitaria.

La mayor tragedia que han sufrido estas islas en las últimas décadas, sin lugar a dudas, ha sido el destrozo medioambiental provocado por el ambicioso y desenfrenado desarrollo urbanístico; a pesar de contar con un amplio glosario de normativas y leyes que pretenden preservar la integridad paisajística. Ahora bien, gracias a esta afirmación del máximo responsable del desarrollo sostenible canario, sabemos que las cosas se han realizado por una cuestión de huevos; es decir, si hay una catalogación que imposibilita que se construya en dicho lugar y la tortilla que se pretende conseguir es lo suficientemente golosa, pues nada, a partir huevos y la catalogación se descataloga. Evidentemente, todo por el bien de los ciudadanos, aunque hayan sido ellos los que han puestos los huevos; como siempre.