Vía: diariodeavisos.com
JOSÉ LUIS CÁMARA
CC y PP han logrado sacar adelante un texto cuyo futuro legal es una incógnita
“Otra victoria como ésta y volveré solo a casa”. Así de contundente se mostró Pirro, rey de Epiro, allá por el año 280 antes de Cristo, después lograr una victoria sobre los romanos por la que pagó el precio de las vidas de miles de sus hombres.
Su epopeya quedó grabada en la historia como una ‘victoria pírrica’, que desde entonces se define como aquélla que se consigue con muchas pérdidas en el bando aparentemente o tácticamente vencedor, de modo que aun siendo una victoria puede terminar siendo desfavorable para dicho bando.
Siglos después de aquello, la hazaña de Pirro bien sirve como metáfora para explicar el sonado triunfo del Gobierno de Canarias con la aprobación esta misma semana de su controvertido Catálogo de Especies Protegidas de Canarias. No en vano, son muchos los que ya hablan de una ‘victoria pírrica’ del Ejecutivo, porque el futuro legal del documento sigue siendo una incógnita. De hecho, organizaciones ecologistas como Ben Magec ya han advertido de que llegarán hasta el final en su batalla contra el catálogo, del que dicen que presenta “graves contradicciones”. Por eso, tratarán de convencer al Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) y el Diputado del Común para que presenten un recurso de anticonstitucionalidad, una de las pocas fórmulas que permitiría retirar un texto al que Coalición Canaria (CC) y el Partido Popular (PP) han dado rango de ley.
Mientras, la Comisión Europea y el propio Ministerio de Medio Ambiente estudiarán “al detalle” el catálogo, cuya tramitación se ha llevado a cabo, paradójicamente, antes de que se revise el catálogo nacional de especies.
El motivo de la premura en sacar adelante la nueva catalogación, según reconocen abiertamente los actores implicados, no es otro que el de “desbloquear las obras del puerto de Granadilla”, paralizadas por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias hace ya más de un año.
Supuestas ilegalidades
Este periódico fue el primero en publicar -en febrero del año pasado- la verdadera razón que ocultaba el catálogo canario de especies protegidas, la descatalogación de los sebadales de la costa de Granadilla por mor del “interés general”. Y es que, hasta ahora, la normativa que establecía el catálogo de especies protegidas de Canarias y que determinaba el procedimiento para su catalogación y descatalogación preveía siete supuestos que justificarían, de forma excepcional, la supresión de su categoría a una especie que reúne los requisitos de protección. No obstante, ninguno de estos supuestos aludía a la construcción de una infraestructura portuaria, como la del puerto de Granadilla.
Éste fue uno de los argumentos expuestos en la denuncia elaborada por Ben Magec, para argumentar la existencia de supuestas ilegalidades e irregularidades en la orden gubernamental emitida el 6 de febrero de 2009 por el consejero regional de Medio Ambiente, Domingo Berriel, que establece la descatalogación como especie protegida a la población de Cymodocea nodosa (sebadal) que obstaculiza el inicio de las obras de la infraestructura portuaria del sur de Tenerife.
Para voltear esta situación, el Gobierno de Canarias centró todos sus esfuerzos en elaborar en tiempo récord un nuevo catálogo de especies protegidas, del que recelan incluso técnicos de la Consejería. Ello, por no hablar de la comunidad científica de las Islas, en pie de guerra contra un catálogo que consideran un “atentado” contra la biodiversidad. Ésta celebraba precisamente esta semana su Día Mundial, convertido ahora en el día en que nacionalistas y populares celebraron una ‘victoria pírrica’ que quizá les cueste el triunfo final en la batalla.
La opinión de los expertos
Antonio Machado, Director Obsv. Ambiental Granadilla
El catálogo canario de especies protegidas es un texto “bueno, moderno, actualizado y ajustado a las Islas”, según afirma a la Agencia Efe el biólogo Antonio Machado, quien añade que el anterior “era malo y muy pobre”. Machado insiste en que estas declaraciones las realiza como biólogo, pues la institución que dirige ni entra ni sale en el contenido del catálogo, si bien reconoció que tiene relación con la construcción del puerto de Granadilla.
Francisco Castro, Coordin. federal Ben Magec
“El Parlamento ha cometido un crimen con los votos de CC y PP”, expone el responsable de Ben Magec-Ecologistas en Acción, quien deja claro que en cuanto el catálogo se publique en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) se reajustarán las condiciones medioambientales del proyecto de puerto en Granadilla. “Arrasarán el mejor sebadal de la Isla”, agrega Francisco Castro, quien considera que los políticos “no saben decir que no saben”.
Joaquín Araujo, Ecólogo y naturalista
Joaquín Araujo, uno de los principales impulsores del movimiento ecologista en España, acusa al Ejecutivo regional de aprobar una ley que “se acerca al fraude del ordenamiento básico de una sociedad avanzada”. “Es un atentado contra el Estado de Derecho”, alega el ecólogo, autor de 75 libros y más de 2.000 artículos. “Se está rehaciendo el camino por el lado absolutamente contrario a lo que mandan las leyes”, afirma.
Wolfredo Wildpret, Catedrático Biología de la ULL
El prestigioso científico afirma que la aprobación de este catálogo es “un paso hacia atrás en lo referido al desarrollo y a las ideas de lograr una cierta sostenibilidad para Canarias”. En su opinión, este proceso “ha estado plagado de falsas verdades, de mentiras y de insultos hacia el colectivo de científicos de las Islas, que prácticamente es inofensivo desde el punto de vista económico, a quien sólo le preocupa el bienestar de la sociedad”.