Vía. diariodeavisos.com
El profesor de la ULL Aurelio Martín advierte de que "otro de los daños" para la biodiversidad es el nuevo catálogo de especies aprobado por el Gobierno canario
El profesor del Departamento de Biología Animal de la Universidad de La Laguna (ULL) Aurelio Martín participó en el curso ‘Biodiversidad canaria y turismo. Conflicto o armonía’, con una ponencia en la que analizó los principales peligros que amenazan a los vertebrados endémicos de Canarias. El experto señaló factores como la destrucción de hábitats, los de venenos agrícolas, la caza furtiva, los tendidos eléctricos, y se detuvo especialmente en las especies animales introducidas en el Archipiélago, como los gatos, las ratas, los erizos, el ratón casero, las serpientes o los hurones.
El ponente suscitó un encendido debate en el aula cuando se refirió a la amenaza que suponen los gatos, especialmente los callejeros y los asilvestrados, para algunas especies endémicas en peligro. Así, relató que la población de lagartos gigantes de La Gomera, o aves como el petrel de Bulwer en el islote de Lobos, han sido diezmadas por estos felinos. Por ello, abogó por una mayor responsabilidad por parte de los dueños de gatos, recordando que en algunos estados de Australia, territorio insular con problemas similares a los canarios, se ha prohibido que estos animales salgan de las casas por la noche, responzabilizando a sus dueños de los posibles daños que ocasionen. También recomendó un mayor control de los gatos silvestres mediante medidas como la esterilización. Animales como las ratas y ratones también resultan muy dañinos para otros endemismos canarios, al igual que el erizo, el cual no es percibido como una amenaza por su aspecto agradable y, por ello, está proliferando cada vez más.
Transmitir enfermedades
Que estas especies se alimenten de otros animales no es el único problema que pueden provocar: también esta la transmisión de enfermedades o la hibridación, es decir, el cruce con especies locales similares. Martín alertó del uso indiscriminado de venenos en explotaciones agrícolas, especialmente preocupante porque el animal envenenado puede servir como aliento a otras especies, "llegando a propagarse de manera imprevisible", y también porque puede ser consumido por especies en peligro de extinción, como el guirre. Por ello, frente a recursos comunes como el maíz envenenado, recomendó utilizar productos contenidos en bloques de parafina depositados en portacebos. Al final de su conferencia, el biólogo se refirió a lo que consideró otra amenaza para la biodiversidad endémica: el nuevo catálogo de especies protegidas aprobado por el Gobierno de Canarias, en el cual se rebaja el nivel de protección de animales en peligro de extinción, como los lagartos gigantes de El Hierro o aves como o el paiño pechialbo, de las cuales sólo quedan cincuenta parejas en Alegranza, y su grado de protección pasa de ser "en extinción" a "protección especial".
Martín criticó que el documento no contó con el respaldo de la comunidad científica, pero manifestó su esperanza porque la situación mejore cuando el Ministerio de Medio Ambiente presente su propio catalogo de especies protegidas, en cuyo borrador animales como los lagartos gigantes mantiene el mayor rango de protección. Dado que el curso estaba centrado en el turismo, el biólogo comentó que un turismo responsable con la biodiversidad puede ser posible, e incluso señaló que las especies endémicas pueden ser un recurso. Como ejemplo, puso imágenes de páginas web inglesas que ofertan viajes para aficionados al avistamiento de pájaros, con el fin de observar en Canarias pinzones azules o palomas rabiches, con precios superiores a las 1.000 libras por persona. "Este turismo podría dar más dinero que el tradicional, y es menos perjudicial", sentenció.