Vía: abc.es
La
polémica ley, un filón para quienes critican el doble rasero de CC,
volverá a ser objeto de debate en el Parlamento
La
flor y nata de Coalición Canaria (CC), incluido el presidente del
Ejecutivo autonómico, Paulino Rivero, participó este sábado en las
manifestaciones en contra de la búsqueda de petróleo en aguas
próximas al Archipiélago. Los nacionalistas se sumaron a las
protestas de ciudadanos y de los grupos ecologistas y
conservacionistas. Ecologistas y conservacionistas que en no pocas
ocasiones, y también junto con miles de ciudadanos, se echaron a las
calles, como este sábado, para censurar la política medioambiental
(o su ausencia) de los gobiernos de CC. Entre los ejemplos que
comprometen la credibilidad de Rivero y los suyos, así como la
bondad de su giro copernicano con respecto a una pretendida
sostenibilidad, el caso del catálogo de especies protegidas destaca
sobremanera. De hecho, la controvertida ley sigue dando quebraderos
de cabeza a la coalición cuando de dar explicaciones se trata, lo
que refuerza el argumentario de quienes creen que el supuesto cambio
de ideas es en realidad una pose en la que subyacen intereses
meramente políticos.
Con
la intención o no de evidenciar en el Parlamento los contrasentidos
de los nacionalistas, que sin querer oponen su remozado discurso
contra los muchos ejemplos de su vocación desarrollista, Nueva
Canarias (NC), la fuerza política que preside Román Rodríguez,
hará que vuelva a hablarse del catálogo de especies en la Cámara
regional. NC, que integra el grupo mixto junto con el Partido de
Independientes de Lanzarote, ha elevado ya a la Mesa del Parlamento
una solicitud para que el ejecutivo de Rivero diga si piensa o no
llevar a la institución «la comprometida modificación de la Ley
4/2010 del Catálogo Canario de Especies Protegidas». La petición
del partido de Rodríguez, registrada esta misma semana, se abordará
durante la sesión plenaria de los próximos días 17 y 18, si bien
el propio presidente del Gobierno autonómico ya ha avanzado el
grueso de la respuesta que daría su gabinete a los posibles
reproches de NC: «El puerto de Granadilla es imprescindible [cabe
recordar que la modificación del catálogo de especies fue la
fórmula para solventar los impedimentos judiciales a la ejecución
de las obras] y los sondeos ponen en riesgo toda nuestra economía».
El
del catálogo, y, por ende, el del puerto de Granadilla, fue y es un
asunto con muchas similitudes con el de las prospecciones, más allá
de esas palabras de Rivero a los micrófonos de «Despierta
Tenerife», de Teide Radio. Tan es así, que la mayor diferencia está
en el promotor principal del proyecto: los nacionalistas canarios en
el caso de la infraestructura portuaria y el Ministerio de Industria,
que dirige José Manuel Soria (archienemigo político del dirigente
regional), en el caso de la búsqueda de hidrocarburos.
Si
CC busca hoy opiniones contrarias a las prospecciones, las hubo
entonces, sin ir más lejos la del eminente Wolfredo Wildpret; si
tienen lugar manifestaciones, las hubo entonces, y también
multitudinarias (50.000 ciudadanos suscribieron una iniciativa
legislativa); si CC pide hoy que se proteja la zona en que se harán
los sondeos, ciudadanos lo exigieron entonces (ese era el objeto de
la iniciativa popular); si el puerto es «imprescindible», argumenta
Rivero, el petróleo lo es también, argumenta el Gobierno.