Vía: Ben Magec
Después de ser invitado por escrito para debatir sobre el polémico tema de las Normas de Conservación del Monumento Natural de Tindaya, al representante ecologista se le impidió participar en dicha ponencia técnica siendo expulsado por parte de su presidente.
La Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción viene participando en las ponencias técnicas de los últimos tiempos, con voz y sin voto, sobre todo por la importancia en contar con la opinión de los ecologistas en asuntos que tienen que ver con los Espacios Naturales de Canarias (queremos recordar que se nos concedió el Premio Canarias al Medio Ambiente). A estas reuniones se invita, también, a técnicos de las administraciones locales afectadas, con voz y sin voto.
La potestad de ser invitados en estas reuniones técnicas es del presidente, por lo que se demuestra una vez más el interés de este Gobierno por fomentar la participación social en asuntos de interés general. Hay que tener en cuenta que Ben Magec-Ecologistas en Acción lleva participando en el expediente de Tindaya desde sus inicios, habiendo presentado numerosas alegaciones a las diferentes actuaciones de dicho proyecto.
Ecologistas en Acción entiende que no éramos bienvenidos en el debate sobre un asunto de gran relevancia para Canarias y que ha supuesto uno de los mayores escándalos políticos, económicos y administrativos de la historia reciente de las islas.
Lo grave no es solo la interpretación torticera y perversa de reglamento por parte del presidente, sino que a los técnicos se les restringe la posibilidad de contar con otros puntos de vista, respaldados, también, por numerosos informes técnicos. Cabe recordar, en este sentido, la llamada de atención del Defensor del Pueblo al Gobierno de Canarias por no aportar información sobre el expediente de Tindaya, pese a los reiterados requerimientos habidos y por no estar suficientemente clara la renuncia a la alternativa cero de las Normas de Conservación que se quieren aprobar hoy.
Ben Magec-Ecologistas en Acción, considera que se trata de otra muestra más de sacar adelante el Proyecto de Chillida saltándose normas, leyes, procedimientos administrativos y sobre todo haciéndolo de forma secreta y a espaldas de la participación de la sociedad.