Victoria Eugenia Martín y Wolfredo Wildpret *
Este Año Internacional de la Biodiversidad va a estar marcado en Canarias por dos hitos históricos. Por primera vez, desde que existen los estudios de Magisterio, los futuros docentes de la enseñanza Primaria no contarán en su formación con contenidos sobre las Ciencias Naturales en general y sobre la Biodiversidad Canaria en particular. Los nuevos planes de estudios de las enseñanzas conducentes al título de maestro no tendrán, entre su oferta de asignaturas, las relacionadas con el entorno natural canario. Casualmente, en el día que escribimos este artículo, nos despedimos de nuestros alumnos y alumnas de Magisterio y acaba de ser anunciado por la Aneca, Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, la aprobación de los títulos del grado de maestro en Canarias que empezará el próximo curso. Esto va a significar que las futuras generaciones van a ser educadas y formadas por unos maestros cuyos conocimientos en Ciencias Naturales y en Biodiversidad Canaria serán los correspondientes a su formación en la enseñanza Primaria y Secundaria, y esto será así hasta que se jubilen las generaciones de maestros actuales. Si ocurriera que estos futuros maestros eligieran en el Bachillerato la asignatura de Biología, estos contenidos constituirían el bagaje necesario para enfrentarse al temario científico de Primaria.
El segundo hecho histórico es la proposición de ley que, en la próxima semana, se va a debatir en el Parlamento canario. En un principio, este segundo hito no parece que tuviera relación con el anterior, pero tiene bastante. No habrá maestros formados en Biodiversidad Canaria y este hecho repercutirá en la formación de los futuros ciudadanos y ciudadanas de estas islas. Ustedes pueden pensar que el conocimiento no tiene por qué ser necesario para la sensibilización de las personas sobre su entorno natural. Pero pueden encontrar la respuesta, analizando el por qué, unos señores parlamentarios presentan una proposición de ley, para modificar el actual catálogo de especies amenazadas en Canarias, sin contar con la comunidad científica, la cual lleva años estudiando el estado en que se encuentran estas especies. Investigadores y especialistas de las dos universidades canarias, investigadores de diversas universidades alemanas, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de los Jardines Botánicos Viera y Clavijo y de Aclimatación de La Orotava se han pronunciado en contra de la propuesta del catálogo realizada por políticos. Podemos seguir analizando, por qué tantas prisas, por qué no existen informes públicos que justifiquen la proposición, por qué no se conoce la autoría de los técnicos, si existen, que han asesorado en la propuesta del catálogo. Por qué tanto oscurantismo. Por qué no dejan que exista una participación ciudadana que presente alegaciones sobre la propuesta. ¿Es que se presenta un catálogo que no puede admitir mejoras ni modificaciones? Las alegaciones del PSOE han sido rechazadas en su totalidad. Se encuentran en posesión de la verdad científica políticos que no son científicos. ¿Son conocedores estos políticos de la importancia y fragilidad de la Biodiversidad Canaria? Nos tememos que muy poco, cuando, advertidos por la comunidad científica de que se va aprobar un catálogo que deja sin protección a un número importante de especies, priorizan los beneficios económicos de unos pocos frente a la preservación de unos recursos naturales que son de todos los ciudadanos y ciudadanas. La responsabilidad que adquieren los parlamentarios en la toma de decisiones es la de garantizar el mantenimiento de la Biodiversidad, no el de explotarla, y las competencias la han adquirido gracias a nuestros votos. El Convenio de Diversidad Biológica, que se aprobó en Río de Janeiro en 1992, preservaba los recursos de los países firmantes, de la explotación de su patrimonio natural por terceros países. España firmó dicho convenio. Canarias va a condenar a una buena parte de sus recursos naturales, algunos únicos en el planeta para la explotación y especulación financiera, y no precisamente de terceros países.
El sistema debe cambiar, la Biodiversidad debe ser un patrimonio de la humanidad, las futuras generaciones tienen derecho a ser educadas y formadas en el respeto y el conocimiento de su entorno natural más inmediato; es decir, necesitamos más educadores y políticos sensibilizados, para formar a ciudadanos que disfruten viviendo en armonía con la Naturaleza a la que pertenecen. Canarias se merece que el catálogo de especies amenazadas se elabore con rigor científico. Esto, sí que es calidad y magisterio.
* Profesora titular de la Universidad
de La Laguna y profesor emérito
de la Universidad de La Laguna