Vía: www.laopinion.es
El Observatorio del puerto de Granadilla pide eliminar el coleóptero del Catálogo de Especies
DANIEL MILLET / SANTA CRUZ DE TENERIFE
El Observatorio Ambiental del puerto de Granadilla (OAG) ha pedido a la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias que el escarabajo pimelia canariensis desaparezca del Catálogo autonómico de Especies Protegidas para evitar que frene el desarrollo urbanístico del sur de Tenerife.
En un informe fechado el pasado día 18 de Antonio Machado, director del OAG, para solicitar el permiso de retirada de ejemplares de este coleóptero de una zona afectada de lleno por las obras del nuevo puerto industrial, el biólogo se decanta por desproteger este escarabajo por dos razones: porque no observa ningún peligro de extinción –la máxima categoría en la que figura en el Catálogo– y porque su presencia a lo largo de la costa sureña amenaza con desencadenar dificultades a los promotores, como de hecho está ocurriendo ahora con la infraestructura de Granadilla de Abona.
"Creemos que no existe información objetiva para mantener la especie bajo ninguna de las categorías de amenaza e instamos desde aquí a la Viceconsejería a que proceda a su reevaluación crítica", señala el estudio.
En el mismo, se añade: "Aparte del puerto de Granadilla, casos equivalentes se pueden presentar en el resto del polígono industrial de Granadilla o en el de Güímar, en el aeropuerto Reina Sofía, con el tren del sur, en futuros viarios o cualquier obra a lo largo de la franja costera que va desde Candelaria a playa de San Juan [municipio de Guía de Isora], sin descartar las obras de particulares, roturaciones o trabajos agrícolas rutinarios, etcétera, cuyos promotores en estos casos tendrán más dificultades para presentar y financiar toda la documentación que la Viceconsejería reclamaría".
Este estudio fue requerido por Medio Ambiente del Ejecutivo autónomo para dar el visto bueno al traslado a otra zona del Sur de la Isla de los ejemplares de pimelia canariensis hallados el pasado 21 de julio, por los mismos técnicos del OAG, en el litoral donde se construye el puerto de Granadilla y así evitar que se tengan que paralizar nuevamente los trabajos. Machado admite que la captura y el traslado están prohibidos por la ley nacional, al estar considerado este escarabajo como especie en peligro de extinción por el nuevo Catálogo canario que entró en vigor el pasado 4 de junio, pero se acoge a las excepciones previa autorización administrativa de la comunidad autónoma, "sin que ello suponga perjudicar el mantenimiento en un estado de conservación favorable".
El documento detalla el método de colecta: buscar los ejemplares bajo las piedras de la zona de la playa del Jurao donde se encontraron a tres de ellos, introducirlos en botes de plástico "con sumo cuidado para evitar que vomiten" y trasladarlos en un todoterreno "manejado por un conductor de probada pericia". Las alternativas para realojarlos son la playa del Medio, Montaña Pelada y la Reserva Natural de Montaña Roja, fuera de la zona de construcción del puerto.
Machado, al que la Viceconsejería nombra responsable del traslado al ser casualmente experto en insectos y no haber otro biólogo que haya aceptado el encargo, incluye en el texto las medidas para minimizar "el revuelo mediático" armado con la oposición de los colectivos ecologistas a la construcción de la instalación portuaria: "Hemos tenido ocasión de explicar a numerosas personas (camareros, taxistas, amas de casa, policías, oficinistas, abogados, empresarios, maestros, obreros, etc.) las circunstancias y el modo sencillo de resolver el problema, y a todas les ha parecido razonable y civilizado, a la vez que desmedida la petición de paralizar las obras".
En un informe fechado el pasado día 18 de Antonio Machado, director del OAG, para solicitar el permiso de retirada de ejemplares de este coleóptero de una zona afectada de lleno por las obras del nuevo puerto industrial, el biólogo se decanta por desproteger este escarabajo por dos razones: porque no observa ningún peligro de extinción –la máxima categoría en la que figura en el Catálogo– y porque su presencia a lo largo de la costa sureña amenaza con desencadenar dificultades a los promotores, como de hecho está ocurriendo ahora con la infraestructura de Granadilla de Abona.
"Creemos que no existe información objetiva para mantener la especie bajo ninguna de las categorías de amenaza e instamos desde aquí a la Viceconsejería a que proceda a su reevaluación crítica", señala el estudio.
En el mismo, se añade: "Aparte del puerto de Granadilla, casos equivalentes se pueden presentar en el resto del polígono industrial de Granadilla o en el de Güímar, en el aeropuerto Reina Sofía, con el tren del sur, en futuros viarios o cualquier obra a lo largo de la franja costera que va desde Candelaria a playa de San Juan [municipio de Guía de Isora], sin descartar las obras de particulares, roturaciones o trabajos agrícolas rutinarios, etcétera, cuyos promotores en estos casos tendrán más dificultades para presentar y financiar toda la documentación que la Viceconsejería reclamaría".
Este estudio fue requerido por Medio Ambiente del Ejecutivo autónomo para dar el visto bueno al traslado a otra zona del Sur de la Isla de los ejemplares de pimelia canariensis hallados el pasado 21 de julio, por los mismos técnicos del OAG, en el litoral donde se construye el puerto de Granadilla y así evitar que se tengan que paralizar nuevamente los trabajos. Machado admite que la captura y el traslado están prohibidos por la ley nacional, al estar considerado este escarabajo como especie en peligro de extinción por el nuevo Catálogo canario que entró en vigor el pasado 4 de junio, pero se acoge a las excepciones previa autorización administrativa de la comunidad autónoma, "sin que ello suponga perjudicar el mantenimiento en un estado de conservación favorable".
El documento detalla el método de colecta: buscar los ejemplares bajo las piedras de la zona de la playa del Jurao donde se encontraron a tres de ellos, introducirlos en botes de plástico "con sumo cuidado para evitar que vomiten" y trasladarlos en un todoterreno "manejado por un conductor de probada pericia". Las alternativas para realojarlos son la playa del Medio, Montaña Pelada y la Reserva Natural de Montaña Roja, fuera de la zona de construcción del puerto.
Machado, al que la Viceconsejería nombra responsable del traslado al ser casualmente experto en insectos y no haber otro biólogo que haya aceptado el encargo, incluye en el texto las medidas para minimizar "el revuelo mediático" armado con la oposición de los colectivos ecologistas a la construcción de la instalación portuaria: "Hemos tenido ocasión de explicar a numerosas personas (camareros, taxistas, amas de casa, policías, oficinistas, abogados, empresarios, maestros, obreros, etc.) las circunstancias y el modo sencillo de resolver el problema, y a todas les ha parecido razonable y civilizado, a la vez que desmedida la petición de paralizar las obras".