lunes, 11 de octubre de 2010

"Hay una exageración en la protección del medio ambiente". Wladimiro Rodríguez al frente de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife.

Vía: diariodeavisos.com


Casi 16 años es el tiempo que lleva Wladimiro Rodríguez al frente de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife. Dado que prácticamente ha finalizado la época de mayor riesgo de incendios forestales, DIARIO DE AVISOS ha querido conocer sus impresiones sobre este tema y muchos otros. 

- Una vez que ha finalizado el verano, ¿qué valoración hace de la campaña de incendios en Tenerife, ya que parece que ha sido un año tranquilo? 


"Como se dice en un lenguaje coloquial, aún no estamos en época de trilla. Si bien es verdad que las lluvias de las últimas semanas y la entrada de vientos alisios nos dan cierta tranquilidad, hemos de ser muy prudentes porque todavía en los comienzos de octubre nos puede dar ciertos sustos, si entra el tiempo sur. Por lo tanto, hasta que se moje bien el suelo y empiece a refrescar bien el tiempo no puedo hacer un balance de la cosecha del año. Sí es verdad que los meses más duros han pasado. En ese marco hay que decir que hemos tenido un verano con muchos conatos, más de 30, de los que no se ha hablado porque ya hay un lenguaje asumido por los que tenemos responsabilidades en los temas de incendios y lo que se nos dice es que no es bueno hablar de ellos, porque los pirómanos se animan. Además, aprovecho para felicitar a un colectivo que tenemos de profesionales que ha estado llegando a los incendios en pocos minutos y que han dejado como hogueras parte de los conatos que hemos tenido. Y algunos, incluso, que han pasado de un conato, y que no salido en la prensa, como el que tuvimos en la zona de Ravelo el 13 de agosto, que fue posiblemente el más peligroso. Por lo tanto no podemos ser triunfalistas, per sí valorar ese personal que tenemos, al igual que la colaboración con los agricultores en la quema de sus rastrojos". 

- ¿Queda alguna asignatura pendiente?
"La quema de los rastrojos es una asignatura en la que hemos avanzado. De cualquier manera, quiero insistir en que hay un tema no resuelto en la Isla y creo que en toda Canarias, que son las tierras abandonadas, siendo la asignatura pendiente que tenemos que resolver con los alcaldes, los vecinos y con unas leyes muchos más rígidas que obliguen a que las fincas que están en las proximidades de los caseríos y del monte haya que labrarlas y limpiarlas todos los años. Ahí tenemos los mayores peligros para el futuro de esta Isla. Hay municipios como Icod en los que los matorrales, la maleza, llega hasta la costa y con viento se puede dar un incendio que cause situaciones lamentables entre los vecinos. No es de recibo que podamos seguir con las tierras en abandono en las proximidades de los caseríos. El peligro principal que yo veo en Tenerife para los próximos años no está sólo en que se queme el monte, sino en que se nos queme la población. Y esa asignatura no está resuelta. Porque nuestra gente cree mucho en los helicópteros y los equipos de bomberos y estos son elementos auxiliares pero la prevención es la asignatura que no está resuelta. Por ello, podemos decir que hemos tenido un verano tranquilo. Hemos tenido alguna suerte, y otra parte ha sido por el trabajo de nuestra gente". 

- ¿Se ha ampliado a las zonas pobladas, entonces, la zona de vigilancia?


"La mayor parte de actuaciones ha estado fuera de la masa forestal. Ha sido en tierras antes de cultivo y que ahora, al no tener agricultores, tenemos maleza. Al tener una leyes de protección muy rígidas hacen que los pocos agricultores que quieren acercarse al campo los llenemos de papeles y de burocracia. Tal es así que levantar una pared, en muchos casos, en un espacio declarado con protegido, creo que en algunos casos desproporcionado, ponemos problemas a nuestra gente sin necesidad. Muchas zonas protegidas lo que tienen dentro es flora exótica, que cuando viene el verano arden con gran facilidad". 

- ¿La mayoría de estos conatos han sido provocados?

"Sí. Hay tres puntos en los que están muy localizados los pirómanos. Por un lado, en la zona de La Hornaca, en Tacoronte, hay un problema policial, que está actuando y hemos tenido números conatos. En Los Campeches ya es tradicional los pirómanos que actúan ahí. Han habido determinados conatos que se han producido a menos de 20 metros unos de otros. Y ahora ha surgido una nueva zona, en el sur de Anaga, donde debe haber algún conflicto social, y se han detectado varios fuegos, sobre todo, desde hace tres años". 

- Al ampliar la vigilancia, ¿el Cabildo necesita más recursos ?


"Indudablemete el Cabildo ha hecho un gran esfuerzo en presupuesto, dotación, mejora de vehículos o comunicaciones, pero eso tiene siempre un techo. No es posible pensar que en Tenerife el problema lo resolvemos con más equipos. A corto plazo, el problema lo resolvermos en conseguir que haya más agricultores, que haya tierras limpias, que los bandos de los ayuntamientos se cumplan, y eso requiere un esfuerzo individual y colectivo. Creo que no nos han escuchado suficientemente en algunos ayuntamientos. No quiero recriminar a nadie, pero sí necesitamos sacar leyes que obliguen a que el campo no pueda estar como ahora. No podemos pensar que la defensa es contratar más personal y tener más recursos. Es necesario corregir las leyes proteccionistas que se han hecho en Canarias, desde la Comunidad Autónoma, de declarar espacios protegidos con un romanticismo poco apropiado. Hay que corregir que en Canarias se hagan unas leyes que permitan que quien quiera limpiar un huerto que antes se cultivó, aunque tenga pinos o laurisilva, lo pueda hacer sin dificultad; que levantar una pared o poner una vaya lleve la menos burocracia posible; y que si hay que matar una paloma rabiche, que no está en vías de extinción, no cueste 6.000 euros. No puede ser que se nos diga que las obras de Granadilla haya que pararlas por el escarabajo. En esta Isla vivimos un millón de personas. Es que aquí hay un romanticismo de la naturaleza".

- ¿Cree que hay una exageración en la protección del medio?

"Sí. Hay una protección del medio ambiente que la hacemos con declaraciones de teóricos ambientalistas, pero sin consultar con agricultores y con los que sufren y trabajan el campo . El campo que tenemos hoy es hijo de las generación que lo ha cultivado y mantenido. Cómo podemos sacar de un despacho urbano unas leyes para decir que no se puede pastorear aquí o allí. Habrá que establecer unos marcos para que no haya un sobrepastoreo. Pero nada más. Aquí se ha sacado un marco de leyes que maltratan al hombre y a la mujer que trabaja en el campo".

- Como por ejemplo...

"Las leyes que declaran un espacio reserva integral. Muchos se declaran protegidos y un agricultor se encuentra con numerosas dificultades para hacer un cuarto de apero, por ejemplo. Hay que cuidar que el que cultiva el campo tenga unas ayudas. Hemos hecho unas leyes urbanitas, que están que están alejando al hombre del campo y necesitamos que las leyes aquí sean proteccionistas, pero también para los campesinos. Está mucho más protegida la paloma rabiche que un campesino".

- ¿A qué cree que se debe?


"A unas leyes hechas desde la ciudad por gente que tiene alergia al sacho. Hay que hacer las leyes contando con quien coge el sacho".

-¿Piensa que se debería levantar un poco la mano con el agricultor?


"Necesitamos una moratoria para ir al campo, que a corto plazo frene el nivel de multas y penalizaciones que tienen una serie de personas por hacer cosas naturales y aceptables para el campo. No es admisible que nos digan que en la corona forestal de Tenerife no se puede hacer un metro más de pista. Si hay que hacerlo para proteger del fuego lo hacemos".

- Cambiando de tercio, hay numerosas quejas sobre la abundancia de proyectos de nuevas infraestructuras y carreteras. Este futuro ¿puede dañar el medio ambiente en la Isla?

"Es muy difícil que en un territorio que es casi urbano no deterioremos aspectos del paisaje. Pero no es razonable ir a una manifestación contra una carretera en un coche. No puedo entender que los que dicen que defienden el suelo agrícola no cultiven ni una mata de lechuga. Aquí hay mucho folclore en las declaraciones ambientales". 

- Ante las próximas elecciones, ¿le gustaría volver a repetir cargo?


"No. Tengo voluntad política para seguir peleando en esta tierra, pero quiero tener algún tiempo para vivir una vida más tranquila, con menos compromisos de los que llevo en estos momentos. Ese el marco en el que quiero situarme. Me gusta la agricultura, escribir y a eso me quiero dedicar. Eso no quita que mi compromiso con la política lo siga teniendo siempre. Y si lo tuve en la época de Franco, que me costó más de un disgusto, no me retiro así por las buenas. No me retiraré mientras tenga capacidad para hablar, para comentar, incluso para gestionar algunas cosas. No el nivel de compromiso que he tenido en estos años en el área de Medio Ambiente, en la que llevo ya 16 años. Por tanto, es mi última legislatura en el Cabildo".