Vía. abc.es
Andan preocupados en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife y en la Confederación Provincial de Empresarios (CEOE) por la paralización, que califican de «sistemática», de distintos proyectos e infraestructuras. En el fondo de esta preocupación, subyace, entre otras, la polémica del escarabajo que, en peligro de extinción, según algunos, y como mera excusa, según otros, amenaza con paralizar las obras no solo del puerto de Granadilla, sino también del tren del Sur.
«Los empresarios de Tenerife queremos manifestar nuestra inquietud y preocupación por el bloqueo sistemático de los grandes proyectos e infraestructuras planeados para la isla en detrimento de un mayor nivel de actividad económica y bienestar social interno, así como de la competitividad», reza el escrito conjunto remitido ayer por ambas organizaciones patronales, que defienden, en particular, las ventajas que para el transporte supondría sacar adelante el proyecto ferroviario. En este sentido, los empresarios consideran que la apuesta por una red de transporte público «eficaz y competitivo en un medio físico como el isleño, donde además una gran parte de su suelo está protegido, como es el caso de Tenerife, ha de incluir un adecuado sistema ferroviario que, a través de los nodos intermodales con otros medios de transporte público, como puertos, aeropuertos y autobuses, permitiría ampliar la capacidad». En medio de esta defensa, Cámara y CEOE volvieron a cargar contra las organizaciones ecologistas que se oponen a la construcción de los trenes del Norte y el Sur, grupos a los que atribuyeron un ejercicio de oposición «sistemático y sesgado». Según la patronal tinerfeña, muchos problemas de transporte podrían resolverse mediante un sistema diversificado, en el que el tren «podría y debería tener un papel relevante». En esta línea, la nota remitida ayer recoge que otras experiencias demuestran que la «ventaja comparativa» está en la adecuada combinación de los distintos medios de transporte, tanto públicos como privados, «no justificándose la negación a valorar alternativas, ni la oposición sistemática y sesgada de grupos ecologistas contra Tenerife, contra sus infraestructuras y, en definitiva, contra su progreso».
Y es que la cuerda entre Gobierno de Canarias, empresarios y organizaciones ecologistas ha vuelto a tensarse en las últimas semanas por obra del Pimelia canariensis, un escarabajo que amenaza con paralizar las obras del puerto de Granadilla, tan bendecidas como rechazadas, y que incluso podría repercutir en el calendario del tren del Sur. Todo ello, pues, ha propiciado una polémica que se encargan también de alimentar la patronal y el polémico Catálogo de Especies Protegidas.