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Santa Cruz de Tenerife, 21 junio (EFE).- La implantación del gas natural en Canarias para producir electricidad es uno de los grandes debates energéticos en las islas, unos opinan que es necesario porque diversificaría el sector energético, mientras que otros consideran que detrás hay intereses políticos y empresariales.
Frente a quienes aseguran que el gas natural es un combustible fósil limpio y económico, otros critican que requeriría una inversión importante en infraestructuras, que responde a intereses de la multinacional eléctrica Endesa y que es una excusa para la construcción del puerto de Granadilla.
El gas natural en Canarias tiene que importarse licuado por lo que haría falta construir dos regasificadoras, una en Tenerife y otra en Gran Canaria.
La de Tenerife estaría situada en Granadilla, pero se está pendiente de conseguir la autorización administrativa del Ministerio, explicó el director técnico de Gascan, José Manuel Guirado.
En Gran Canaria el proyecto está menos avanzado y se está a la espera de que se confirme la implantación y su ubicación geográfica, indicó Guirado.
Los motivos que justifican la implantación del gas natural en Canarias son varios, por un lado tiene un carácter estratégico, ya que actualmente el archipiélago depende solamente de un combustible cuando conviene tener varias fuentes de energía, añadió.
En la misma línea se mostró el director del máster de Energías Renovables de la Universidad de La Laguna, Ricardo Guerrero, y afirmó que todo lo que sea diversificar el "mix energético" de Canarias está bien.
Francisco Cabrera, economista experto en mercados energéticos, "desmonta" el argumento de la diversificación energética, ya que asegura que los países que exportan gas natural licuado son los mismos que exportan petróleo.
No hay independencia entre ambas materias primas y el precio del gas natural está indexado con el del barril del petróleo, añadió el economista.
Cabrera apuntó que hay muchos países que producen gas natural, pero solamente seis producen el gas natural licuado, que es el que haría falta en Canarias, y todo parece indicar que habría que comprárselo a países "muy inestables" como Nigeria o Argelia.
Otro argumento a favor del gas natural es que es "mucho mejor" medioambientalmente, aseguró el director técnico de Gascan, compañía transportista de gas natural para introducir esta fuente energética en Canarias.
"Se vende" que el gas natural es un combustible limpio porque prácticamente no tiene contenidos en azufre y sus emisiones no producen gran cantidad de partículas porque es gaseoso, dijo Gilberto Martel, ingeniero técnico en el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).
Sin embargo, Martel aseguró que sí se produce óxido de nitrógeno, circunstancia que provoca lluvia ácida.
La eficiencia del gas natural es otro de los aspectos que entran en el debate energético, José Manuel Guirado asegura que se trata de un combustible bastante más económico, más eficiente y que permite sacarle más a la misma energía.
El catedrático en Física Ricardo Guerrero explicó que el gas natural es más eficiente energéticamente que los actuales sistemas basados en el petróleo y produce menos emisiones de CO2, al mismo tiempo que aseguró que el precio está bajando en picado.
Explicó que la Agencia Internacional de la Energía ha presentado un informe en el que asegura que se acerca la edad dorada del gas natural, sobre todo porque se ha mejorado la tecnología para su extracción.
En el caso de Canarias hay que sopesarlo con el hecho de que no se genera gas natural y se seguiría enviando dinero al exterior, por lo que podría ser una tecnología de transición hacia unas renovables que estuvieran mejor diseñadas sobre el territorio, afirmó Ricardo Guerrero.
El ingeniero Gilberto Martel aseguró que para producir electricidad sólo se aprovecha el 40 por ciento del gas natural, lo que significa que el 60 por ciento de ese combustible en el que se invertirán cantidades económicas muy importantes se lanzará a la atmósfera en forma de pérdidas.
Martel explicó que la utilización del gas natural en Canarias implica disponer de unos puertos específicos preparados para que se descargue el gas natural licuado, regasificadoras y la construcción de gasoductos para llevar el gas a las centrales térmicas.
Estas infraestructuras necesarias suponen unos costes importantísimos desde el punto de vista económico e impacto medioambiental y no se obtendrá una rentabilidad clara, ya que se necesitarían inversiones millonarias para ampliar el puerto de Arinaga y construir el de Granadilla, aseguró el ingeniero.
Yasmina Encinoso, portavoz del colectivo ecologista Ben Magec, criticó que la implantación del gas natural en Tenerife es una excusa para la construcción de "infraestructuras innecesarias", como es el puerto de Granadilla.
Sin embargo, aseguró que esta excusa es "fácilmente rebatible" porque el dictamen pericial que ATAN presentó al Tribunal Superior de Justicia afirma claramente que debido al viento los buques solamente podrán operar en la zona el 40 por ciento de los días.
Gilberto Martel aseguró que la utilización del gas natural responde a un "interés simplemente económico" para la multinacional que gestiona el sistema y que no tiene beneficio claro para la sociedad.