Un
estudio documenta cómo el herrerillo saltó de las islas Canarias al Norte de
África, al revés del viaje habitual.
Sofía
Menéndez.
Vía: www.elpais.com
Una investigación coordinada por un biólogo español,
Juan Carlos Illera Cobo, sobre los herrerillos canarios acaba de aparecer en
una de las revistas científicas de referencia internacional, Molecular Ecology.
En el estudio documenta que un vertebrado de los archipiélagos del Atlántico
norte colonizó el norte de África, un viaje que contradice lo habitual: que
especies de un continente lleguen a un archipiélago y ahí evolucionen. "Es
un caso fascinante de diferenciación insular, también conocido con el término
técnico de radiación", afirma el científico.
Esta pequeña ave insectívora forestal, con un tamaño
más pequeño que un gorrión y con vistosos colores amarillo, azul y negro, es
muy astuta, capaz de buscar el nectar de muchas flores como las endémicas
lavanderas canarias (Navaea phoenicea) y muy popular en Inglaterra, por abrir
la botellas de leche que se dejan a diario en la entrada de las casas. Está
considerada además como una insectívora fundamental para el control natural de
plagas.
Tradicionalmente se han considerado cuatro subespecies
de herrerillo exclusivas de Canarias, algunas endémicas de una sola isla, como
El Hierro y La Palma. Un equipo de biólogos de España, Finlandia y Alemania,
liderados por la institución asturiana Unidad Mixta de Investigación en
Biodiversidad (UO-CSIC-PA) analizaron varios genes en 51 poblaciones
reproductoras de más de 400 individuos de las tres especies de herrerillo
incluidas en el género científico Cyanistes (herrerillo canario, herrerillo
común y herrerillo azul).
Los resultados obtenidos han servido para desenredar
una compleja historia evolutiva dentro de este grupo de especies, pero en
especial para cambiar la percepción de que las islas periféricas son el final
de los procesos de colonización. Los herrerillos canarios están más
emparentados a los herrerillos norteafricanos que con los europeos, y a su vez
los herrerillos azules están más próximos a los comunes que a los canarios.
Además, los investigadores estimaron que el proceso de
diferenciación dentro de este género comenzó hace aproximadamente 5 millones de
años, coincidiendo con el final de un evento conocido como la crisis salina del
Mesiniense. Durante esta crisis el mar Mediterráneo se desecó al quedarse
desconectado del océano Atlántico, y no recibir el caudal de agua que necesita
para contrarrestar la evaporación diaria. El final de la crisis significó la
recuperación de la conexión entre la cuenca mediterránea y el Atlántico, con un
llenado en menos de dos años. En otras palabras, es probable que la inundación
tan rápida de la cuenca mediterránea significara el aislamiento de las
poblaciones ancestrales de herrerillos europeas y norteafricanas. Según estos
investigadores los herrerillos después de colonizar el archipiélago canario
(probablemente desde el norte de África) empezarían a diferenciarse en Canarias
hace aproximadamente 3 millones de años, pero el dato más sorprendente empieza
justo en este punto. Los resultados genéticos obtenidos demuestran que los
herrerillos canarios empezaron un proceso de colonización inversa en la
dirección oeste-este, invadiendo el norte de África hace aproximadamente unos
100.000 años.