sábado, 3 de septiembre de 2011

Colonización a la inversa


Un estudio documenta cómo el herrerillo saltó de las islas Canarias al Norte de África, al revés del viaje habitual.

Sofía Menéndez.


Una investigación coordinada por un biólogo español, Juan Carlos Illera Cobo, sobre los herrerillos canarios acaba de aparecer en una de las revistas científicas de referencia internacional, Molecular Ecology. En el estudio documenta que un vertebrado de los archipiélagos del Atlántico norte colonizó el norte de África, un viaje que contradice lo habitual: que especies de un continente lleguen a un archipiélago y ahí evolucionen. "Es un caso fascinante de diferenciación insular, también conocido con el término técnico de radiación", afirma el científico.
Esta pequeña ave insectívora forestal, con un tamaño más pequeño que un gorrión y con vistosos colores amarillo, azul y negro, es muy astuta, capaz de buscar el nectar de muchas flores como las endémicas lavanderas canarias (Navaea phoenicea) y muy popular en Inglaterra, por abrir la botellas de leche que se dejan a diario en la entrada de las casas. Está considerada además como una insectívora fundamental para el control natural de plagas.

Tradicionalmente se han considerado cuatro subespecies de herrerillo exclusivas de Canarias, algunas endémicas de una sola isla, como El Hierro y La Palma. Un equipo de biólogos de España, Finlandia y Alemania, liderados por la institución asturiana Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UO-CSIC-PA) analizaron varios genes en 51 poblaciones reproductoras de más de 400 individuos de las tres especies de herrerillo incluidas en el género científico Cyanistes (herrerillo canario, herrerillo común y herrerillo azul).

Los resultados obtenidos han servido para desenredar una compleja historia evolutiva dentro de este grupo de especies, pero en especial para cambiar la percepción de que las islas periféricas son el final de los procesos de colonización. Los herrerillos canarios están más emparentados a los herrerillos norteafricanos que con los europeos, y a su vez los herrerillos azules están más próximos a los comunes que a los canarios.

Además, los investigadores estimaron que el proceso de diferenciación dentro de este género comenzó hace aproximadamente 5 millones de años, coincidiendo con el final de un evento conocido como la crisis salina del Mesiniense. Durante esta crisis el mar Mediterráneo se desecó al quedarse desconectado del océano Atlántico, y no recibir el caudal de agua que necesita para contrarrestar la evaporación diaria. El final de la crisis significó la recuperación de la conexión entre la cuenca mediterránea y el Atlántico, con un llenado en menos de dos años. En otras palabras, es probable que la inundación tan rápida de la cuenca mediterránea significara el aislamiento de las poblaciones ancestrales de herrerillos europeas y norteafricanas. Según estos investigadores los herrerillos después de colonizar el archipiélago canario (probablemente desde el norte de África) empezarían a diferenciarse en Canarias hace aproximadamente 3 millones de años, pero el dato más sorprendente empieza justo en este punto. Los resultados genéticos obtenidos demuestran que los herrerillos canarios empezaron un proceso de colonización inversa en la dirección oeste-este, invadiendo el norte de África hace aproximadamente unos 100.000 años.