Nota de la redacción: Desde el Foro Contra la Incineración de Residuos señalan que los áridos al los que se refiere este artículo podrían llegar hasta el ochenta por ciento de los empleados en el dique del puerto ya que, a todas luces, la mayoría de éstos salen de las canteras ilegales. Mientras tanto Antonio Machado, director de ese montaje llamado Observatorio Ambiental de Granadilla, sigue haciendo lo que le encomendaron en su día: tapar las tropelías ambientales que se están cometiendo con este infame puerto y mirarse el ombligo cada vez que se sienta en el baño pues es cuando aprovecha para pensar.
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Vía: www.laopinion.es
El Observatorio Ambiental alerta de que
la construcción está provocando un impacto "negativo imprevisto y
preocupante" sobre el territorio insular
YLENIA LORENZO
Casi la mitad de los áridos destinados
para la construcción del Puerto de Granadilla son extraídos de forma ilegal, ya
sea porque la obtención del material se ha realizado sin tener autorización o
porque la licencia obtenida por la empresa no se corresponde con las obras que
ha llevado a cabo. Esta es una de las
conclusiones a las que llega el Observatorio Ambiental de Granadilla (OAG) en
su último informe, emitido este mismo mes con posterioridad a la clausura de la
cantera de Chimiche, la principal suministradora de áridos de la obra de este
muelle.
El "efecto llamada" que ha
generado la futura infraestructura, de hecho, está provocando "un impacto
negativo imprevisto y preocupante" en el territorio de Tenerife, según
consta en el informe.
Existen 35 lugares de donde las
entidades están obteniendo los áridos para el desarrollo del Puerto. Los más alejados de Granadilla son Alcalá y la
Dársena Este de Santa Cruz de Tenerife, mientras que el resto de terrenos están
ubicados en el extremo sur de la Isla. Según recoge
la OAG, 1.850.735 metros cúbicos de material han sido aportados
por las adjudicatarias para el futuro muelle desde 2010 hasta el pasado octubre. Del total, el 35,5% ha sido extraído de forma
ilegal.
La Autoridad Portuaria tuvo que buscar
nuevas fuentes de áridos en 2005 y aún no han sido declaradas formalmente, pero
en 2006, con el inicio de las obras, el órgano promovió un expediente que
aludía a los solares de Alcalá y la dársena de Santa Cruz. Aparte de estas dos zonas, "pronto se
evidenció que los áridos provenían de espacios relativamente pequeños y
desperdigadas por el Sur y que éstas iban aumentando rápidamente".
La OAG también puntualiza que la
Autoridad Portuaria cumple con la Declaración de Impacto Ambiental "al
aceptar solo materiales provenientes de canteras o movimientos de tierra
autorizados y al cancelar la recepción de una fuente cuando se revela que, a
pesar de contar con permiso, los responsables no respetan sus términos". Además, subraya que, a 2 de diciembre,
"ninguna" de las canteras señaladas con actuaciones incorrectas (11
de 35) han suministrado materiales a las obras de Granadilla, "lo que no
ha impedido que algunas de ellas hayan continuado extrayendo materiales
clandestinamente para otros destinos", revela.
El Observatorio Ambiental es consciente
de que "no se puede perseguir de modo eficiente la picaresca que ya se ha
dado en algún transportista, cuando declara falsamente un origen correcto para
los materiales que acarrea".
El "efecto llamada" generado
por la futura construcción ha tenido consecuencias "perversas" al dar
lugar a servicios de búsqueda de áridos y "convencimiento de
terceros" para que soliciten permisos y que desarrollen las obras de
extracción que, "de no mediar la demanda del puerto, no se hubieran
planteado". A estas circunstancias, se
suma la "avaricia que ha conducido a actuaciones fraudulentas o
abiertamente ilegales en una proporción preocupante: un tercio de las
analizadas".
Por este motivo, ante los efectos de la
mala praxis de las empresas, la OAG insta a la Autoridad Portuaria a que
"procure mitigar o anular el impacto negativo en el medio terrestre, ya
que parece posible", sentencia.
Cabe recordar el papel clave de los
ayuntamientos, que deben controlar los trabajos de extracción en sus municipios. De hecho, el propio Consistorio de Granadilla
precintó recientemente la mayor cantera para el Puerto debido a las
irregularidades que presentaba y a la presión del Gobierno canario.