Vía: www.laopinion.es
El Gobierno
canario incumple una orden de la UE que obliga a cuidar la planta
YLENIA LORENZO
Los 41 ejemplares de una planta en
extinción que viven junto al Puerto de Granadilla peligran. La Atractylis
preauxiana, conocida como piña de mar, es una especie que, aparte de formar
parte del Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, está protegida por la
Comisión Europea, que obligó en 2006 a la Comunidad Autónoma a delimitar el
espacio donde se encuentran los vegetales para ser salvaguardados ante la
futura construcción del puerto. La piña de mar quedó incorporada en 2009 a la
Zona Especial de Conservación de la Unión Europea.
El Observatorio Ambiental de Granadilla
ha remitido a lo largo de este año notas de incidencias a la Viceconsejería de
Medio Ambiente y al Cabildo de Tenerife para que ambas administraciones
públicas actúen ante el "lamentable" estado en el que se encuentra el
vallado que protege a la piña de mar.
Según el último informe realizado, esta
zona protegida está formada por 11 cercas. De ellas, nueve "están en
estado ruinoso y rotas en pedazos que han caído sobre las plantas y las
lesionan". En este espacio, que abarca 0,93 hectáreas –lo que equivale
casi a la superficie que ocupa un campo de fútbol–, también se han encontrado
"escombros cerámicos y otros restos de obra doméstica".
Dos ejemplares de Granadilla han muerto
en el último año. Si en mayo de 2011 los expertos contabilizaron 43 plantas, en
el pasado junio pasó a 41. La población de piña de mar ronda los 1.500
ejemplares en la Isla, una cantidad considerablemente menor a la de Gran
Canaria. La plantación que existe en el municipio sureño solo representa al
2,73% del total que hay en Tenerife. El informe elaborado a principios de mes
avisa de que se encuentran en un estado "fisiológico preocupante".
Están "muy deshidratados, tanto, que algunos de ellos parecen haberse
secado tras florecer". Según se explica en el documento, el terreno donde
se encuentran "no es el más idóneo".
Los principales factores adversos para
la piña de mar que se encuentra en Granadilla son el pisoteo y quebrado de
ramas debido al tránsito de personas y vehículos rodados, la interrupción del
aporte de arena y salitre procedente del mar y el ramoneo de los conejos. El
vallado que debe evitar el tránsito por la zona de protección ahora resulta
"deficiente".
El informe recoge que las celdas
creadas para la seguridad de la planta funcionaron bien en años anteriores,
"pero a lo largo de 2012 se ha oxidado y roto, por lo que ya no impide el
paso".
La oxidación de las vallas, además, han
desprendido trozos que han caído sobre las plantas, y es esta sustancia
"lo que más perjudica a la población", indica el informe.
Al estar la piña de mar en medio del
Polígono Industrial y dada la escasa muestra que existe, el documento advierte
de que cabe cuestionarse la viabilidad de la zona de protección a largo plazo
una vez que acabe rodeada de instalaciones industriales y se interrumpa la
conexión genética con las poblaciones situadas más al noroeste.
Mientras que esta planta endémica, que
solo crece en las zonas bajas y arenosas de Tenerife y Gran Canaria, siga
integrada en la red Natura 2000 –una red ecológica de áreas de conservación de
la biodiversidad en la Unión Europea–, "es urgente reparar el vallado
externo y reponer los cercados con malla resistente a la corrosión marina que
garantice su mantenimiento", concluye el informe.